Add parallel Print Page Options

Así que decidieron hacer correr la voz por todo Israel, desde Berseba hasta Dan, para que acudiesen a Jerusalén a celebrar la Pascua del Señor, Dios de Israel, pues muchos no lo hacían como estaba prescrito. Los correos, con las cartas del rey y de las autoridades, fueron recorriendo todo Israel y Judá, pregonando el decreto real:

— Israelitas, convertíos al Señor, Dios de Abrahán, Isaac e Israel, y el Señor se reconciliará con el resto de los que habéis escapado del poder de los reyes de Asiria. No imitéis a vuestros padres y hermanos que, por ser infieles al Señor, Dios de sus antepasados, fueron condenados al horror, como vosotros mismos habéis podido comprobar.

Read full chapter